驴Por qu茅 tenemos miedo a los robots?

Si para algunas personas el futuro con IA parece una distop铆a sombr铆a o una lucha por la supervivencia, tal vez deber铆an resolver sus ideas sobre la naturaleza del poder y la sumisi贸n.
Eso dice Stephen Cave, investigador principal del Centro Leverhulm para el Estudio de la Inteligencia Futura de la Universidad de Cambridge. En su ensayo, sugiere explorar la historia de la superioridad intelectual y abandonar este concepto falso.

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El mundo progresivo de la segunda mitad del siglo XX estuvo dominado por la fascinaci贸n por el concepto de inteligencia artificial.
Pensaron en las habilidades mentales, las discutieron y desarrollaron nuevos enfoques para medirlas. Decenas de miles de adolescentes y solicitantes de empleo en los principales pa铆ses europeos han pasado (y est谩n) tomando una prueba de coeficiente intelectual.

Incluso entonces, la idea misma de que la inteligencia se puede medir como la presi贸n arterial o el tama帽o del pie no era nueva. Pero a煤n m谩s antigua es nuestra idea de que el nivel de inteligencia puede determinar la posici贸n de una persona en la vida.


Este entendimiento recorre toda la historia del pensamiento occidental, desde la filosof铆a de Plat贸n hasta las creencias de los pol铆ticos modernos.

La inteligencia es pol铆tica


A lo largo de la historia, el mundo occidental ha determinado en t茅rminos de inteligencia lo que una persona puede hacer por la sociedad. Por ejemplo, tradicionalmente (para la mayor铆a de la poblaci贸n) atribuimos un alto nivel de habilidades mentales a los m茅dicos, ingenieros y altos funcionarios del pa铆s .

Cre铆amos que el nivel de inteligencia nos da el derecho de controlar el destino de otras personas: colonizamos, esclavizamos, privamos a nuestros genitales y destruimos a aquellos que consideramos menos inteligentes y desarrollados.


Nuestra actitud hacia la inteligencia comenz贸 a cambiar r谩pidamente con el desarrollo de tecnolog铆as de inteligencia artificial. En las 煤ltimas d茅cadas, hemos visto un progreso significativo en esta 谩rea y parece que estamos al borde de enormes avances cient铆ficos. A juzgar por la cantidad de memeplexes y bromas sobre el tema de la inteligencia artificial, estamos simult谩neamente encantados con lo que est谩 sucediendo y al mismo tiempo bastante asustados. Y para comprender qu茅 es exactamente lo que nos asusta tanto y por qu茅 somos tan indiferentes al tema de las habilidades mentales, es necesario considerarlo desde un punto de vista hist贸rico y pol铆tico y rastrear c贸mo el pensamiento filos贸fico convirti贸 el intelecto en una herramienta para justificar conquistas infinitas.

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El hilo hist贸rico del estereotipo.


Plat贸n hizo de la mente una necesidad de los poderosos.
El primero sobre el pensamiento comenz贸 a discutir Plat贸n. En sus escritos, 茅l atribuye un valor particular al proceso de reflexi贸n, argumentando que la vida sin sentido no vale un centavo. Vale la pena recordar que Plat贸n vivi贸 en un mundo donde el mito y la conciencia m铆stica constitu铆an un entorno natural para la mente humana. Por lo tanto, su declaraci贸n de que uno puede conocer el mundo a trav茅s del pensamiento fue extremadamente audaz y atractivo en ese momento.

Al anunciar en su trabajo "El Estado" que solo un fil贸sofo puede gobernar el estado, ya que solo 茅l puede llegar a la correcta comprensi贸n de las cosas, Plat贸n dio a luz la idea de la meritocracia intelectual, la idea de que solo los m谩s inteligentes pueden controlar a otras personas.


La idea en ese momento era revolucionaria: s铆, Atenas ya hab铆a experimentado con la democracia como una forma de gobierno. Pero los requisitos para los gobernantes eran muy vagos: era suficiente ser un ciudadano masculino; no hab铆a dudas sobre el nivel de habilidades mentales. Y en otras regiones, los esca帽os del gobierno se distribu铆an por membres铆a en la 茅lite (aristocracia), o por nombramiento por divina providencia (teocracia), o simplemente por nivel de fuerza (tiran铆a).

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El fresco "La escuela de Atenas", donde se representan a Leonardo y Bramante junto con Pit谩goras y Arist贸teles.

A Arist贸teles se le ocurri贸 el poder de los hombres.


La idea innovadora de Plat贸n aterriz贸 con 茅xito en el suelo f茅rtil de las grandes mentes de la 茅poca, y su disc铆pulo Arist贸teles no fue la excepci贸n. Se diferenciaba del maestro en una visi贸n m谩s pr谩ctica y sistem谩tica del mundo, por lo que utiliz贸 el "elemento racional del alma" para crear el concepto de una jerarqu铆a social natural. En su Pol铆tica, afirma:
"Despu茅s de todo, el dominio y la sumisi贸n no solo son necesarios, sino tambi茅n 煤tiles, y desde el nacimiento, algunas criaturas difieren [en el sentido de que algunas de ellas est谩n destinadas] a la sumisi贸n, otras a la dominaci贸n".

En base a esto, los hombres educados dominan de manera natural a las mujeres, los hombres de trabajo f铆sico y los esclavos. A continuaci贸n, en esta jerarqu铆a, solo hay animales que est谩n tan desprovistos de raz贸n que simplemente necesitan que alguien los controle.
Ni siquiera nos dimos cuenta de c贸mo pasamos de la idea plat贸nica de la primac铆a del elemento racional al concepto aristot茅lico, que presupone el poder completamente natural de los hombres pensantes.

Este tren de injusticia intelectual todav铆a funciona con combustible, que fue alimentado por dos hombres con barba hace 2000 a帽os. El moderno fil贸sofo australiano Val Plumwood argumenta que los dos gigantes de la filosof铆a griega, armados con una serie de dudosos dualismos, a煤n logran influir en nuestras ideas sobre la mente.

Por el hecho de que percibimos las relaciones de dominio por el derecho de los m谩s inteligentes como completamente naturales, deber铆amos agradecer a Arist贸teles.

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Descartes sent贸 las bases morales para la destrucci贸n del planeta.


La filosof铆a occidental alcanz贸 su apogeo con las obras del gran dualista Ren茅 Descartes.

Si Arist贸teles reconoci贸 a los animales al menos cierto derecho a una actividad m铆nima y primitiva, pero a煤n mental, entonces Descartes les neg贸 este derecho por completo. La conciencia, cre铆a, es la ventaja exclusiva del hombre.
La filosof铆a de Descartes reflej贸 el milenio de la ideolog铆a cristiana: le dio a la mente la propiedad del alma, una chispa divina, heredada solo para aquellos afortunados que fueron creados a imagen y semejanza de Dios.
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Kant justific贸 la pol铆tica colonial


La idea de que la mente define a una persona ha pasado por la Iluminaci贸n. Immanuel Kant, quiz谩s el fil贸sofo m谩s influyente de la moral de la antig眉edad, cre铆a que la voluntad moral es peculiar solo de los seres pensantes: "personas" y "cosas en s铆 mismas". Las criaturas que no piensan, en su opini贸n, tienen "solo un valor relativo como medio y, por lo tanto, se llaman cosas". Con ellos puedes hacer lo que nos plazca.

Seg煤n Kant, un ser racional tiene dignidad, y una criatura irracional y no pensante es incapaz de ello.

Tales inferencias posteriormente se convirtieron en la piedra angular de la pol铆tica colonial.
La l贸gica es esta: no los blancos son menos inteligentes; no pueden controlarse independientemente a s铆 mismos y sus territorios. Y este no es solo un paso justificado, sino tambi茅n el deber moral de cualquier persona blanca: ingresar a su pa铆s y destruir su cultura.

La misma construcci贸n l贸gica funcion贸 perfectamente para las mujeres que se consideraban demasiado fr铆volas y fr谩giles para compartir los privilegios de una persona racional.

Francis Galton es el padre de la psicometr铆a, la pseudociencia en la medici贸n de la mente y primo de Charles Darwin. Inspirado en su d铆a por el Origen de las especies, Galton cre贸 el concepto de que las habilidades mentales se heredan y pueden mejorarse mediante la selecci贸n.

Galton no se limit贸 a c谩lculos te贸ricos: en las d茅cadas siguientes, m谩s de 20,000 mujeres en California fueron esterilizadas luego de recibir malos resultados de las pruebas de Galton.


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Entonces, 驴por qu茅 tenemos miedo de los robots inteligentes?


Volvamos a la pregunta planteada al comienzo del art铆culo: 驴por qu茅 nos asusta la posibilidad de la aparici贸n de inteligencia artificial? 驴Es porque estamos acostumbrados al hecho de que el m谩s inteligente siempre domina, y definitivamente no queremos estar del otro lado de las barricadas?
Los escritores y directores llevan mucho tiempo especulando sobre el tema del levantamiento de las m谩quinas.

Si es natural para nosotros pensar que se eliminan las pieles m谩s inteligentes y que una naci贸n m谩s desarrollada puede colonizar a otra, entonces, naturalmente, tenemos miedo de la posible esclavitud por parte de m谩quinas ultra inteligentes. La inteligencia artificial plantea una amenaza existencial para nosotros.


Para nosotros, esto es para hombres blancos europeos. Miles de millones de otras personas han pasado por siglos de sumisi贸n, y muchos contin煤an luchando contra los agresores hasta el d铆a de hoy, por lo que para ellos la amenaza de esclavitud por inteligencia artificial sigue siendo una historia fant谩stica.
Los hombres blancos europeos est谩n tan acostumbrados a estar en la cima por derecho de propiedad que la aparici贸n de un posible rival en nosotros responde con horror ct贸nico (irracional).

No afirmo que los temores al surgimiento de una inteligencia artificial fuerte no tengan fundamento. Existen amenazas reales, pero no tienen nada que ver con la colonizaci贸n de la civilizaci贸n humana por robots.

En lugar de pensar en lo que deber铆amos hacer con la inteligencia artificial, es mejor pensar en lo que hacemos con nosotros mismos.


Si la inteligencia artificial puede da帽arnos, seguramente suceder谩 no por el deseo de la IA de conquistar a la humanidad, sino por nuestra propia estupidez, que perder谩 un error. No es la inteligencia artificial la que teme, sino la estupidez natural.
Si la sociedad estuviera convencida de que la persona m谩s sabia, no la que ha ganado poder, sino la que busca resolver conflictos, 驴tendr铆amos m谩s miedo a los robots inteligentes que a nosotros mismos?

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Source: https://habr.com/ru/post/444404/


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