
Los representantes de Stanford dijeron que los dispositivos que se instalan en el oído y controlan el funcionamiento del cerebro pronto se convertirán en realidad. En cualquier caso, el trabajo en dichos dispositivos ya está en marcha, según lo
informado por Poppy Krum, un neurocientífico universitario .
Además, tales sistemas en el futuro no solo pueden monitorear el funcionamiento del cerebro, sino que también afectan positivamente las habilidades cognitivas de las personas.
Los científicos comparan los oídos con un puerto USB al que puede conectarse, siempre que
sepa qué y cómo conectarse . Y este "puerto" puede usarse no solo para "escribir" datos en el cerebro, por ejemplo, al escuchar música o una conferencia, sino también para "leer". Los dispositivos especializados brindan la oportunidad de evaluar el estado emocional de una persona.
El dispositivo incorporado puede detectar cuándo el cerebro está sobrecargado y ayudar a enfocarse en la fuente de sonido deseada. También pueden reducir el nivel de señales que provocan estrés e incluso "conectar" a una persona a dispositivos inteligentes, como termostatos y sistemas de iluminación. El punto es que el dispositivo evalúa la condición de una persona y, en consecuencia, cambia el modo de funcionamiento de los dispositivos circundantes.
Los especialistas de Stanford incluso llamaron a estos dispositivos "empáticos", que responden al estado emocional del propietario, como se mencionó anteriormente.
Un ejemplo es la situación en la que una persona intenta seguir los eventos de un programa de televisión en la cocina mientras cocina. Es difícil de escuchar y el usuario está bajo estrés. Un dispositivo integrado en el oído "comprende" que el propietario tiene una situación estresante asociada con un bajo nivel de sonido. La "comprensión" se produce después de un análisis detallado de la presión arterial, la actividad cerebral y el movimiento ocular. Como resultado, el gadget aumenta automáticamente el volumen del programa que se muestra. Este es un ejemplo simple pero ilustrativo.

Segundo ejemplo Vienes a un restaurante e intentas relajarte. Pero no funciona, porque la música suena fuerte, además de que otros visitantes hacen ruido. El dispositivo, como en el ejemplo anterior, "comprende" por qué una persona está estresada y ajusta el nivel de volumen de los micrófonos incorporados de tal manera que el ruido extraño desaparece y la música se vuelve más silenciosa, a pesar de que el propietario continúa escuchando perfectamente a su interlocutor. Los tapones auditivos modernos de alta tecnología pueden hacer algo como esto.
Entre otras cosas, tales sistemas pueden evaluar el estado del cuerpo humano, destacando las desviaciones de la norma, lo que puede indicar una enfermedad particular (por ejemplo, problemas cardíacos).
Los desarrolladores de dispositivos portátiles llevan mucho tiempo lanzando una amplia variedad de dispositivos que pueden controlar la presión, la frecuencia cardíaca, el estado de ánimo, el nivel de oxígeno en la sangre y muchos otros parámetros. Algunos dispositivos pueden amplificar algunos sonidos y ahogar otros (estamos hablando de tapones para los oídos como Bragi Dash o Samsung Gear IconX).
Es probable que en el futuro cercano la funcionalidad de diferentes dispositivos se combine en un solo conjunto, y el dispositivo en sí se incorpore al oído.
Según los científicos de Stanford, tecnológicamente, tales soluciones serán posibles dentro de cinco años. "Este tipo de gadget podrá evaluar y" comprender "las necesidades de sus propietarios, respondiendo automáticamente a factores externos e internos", dice Crum.