Los científicos han encontrado genes que nos hacen dividirnos en alondras y búhos

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La genética de la compañía de investigación 23andMe ha identificado 15 secciones del genoma humano que distinguen a las personas que les gusta levantarse temprano ("alondras") de las personas que prefieren acostarse tarde y levantarse tarde ("búhos"). El descubrimiento sugiere que la adherencia a ciertos ritmos se establece genéticamente en humanos.

Estudios similares ya se han llevado a cabo en ratones o Drosophila, y ahora los genetistas tienen cada vez más oportunidades para estudiar directamente el material genético humano. Los científicos han encontrado una relación al comparar muestras de 90,000 clientes.

"Pensamos en nuestras preferencias como nuestros propios deseos o como parte de nuestra esencia, pero todas estas cosas se basan en la estructura biológica", dice David Hinds, genética estadística en 23andMe. "Creo que las personas estarán interesadas en saber cómo su biología afecta su personalidad".

El análisis estadístico, junto con datos de encuestas de clientes, nos permitió identificar 15 regiones del genoma que se correlacionan fuertemente con las rutinas diarias de las personas. Al mismo tiempo, individualmente, estos genes tuvieron poco efecto en las estadísticas, pero cuando se combinaron en un grupo, dieron un resultado estadísticamente estable.

Por lo general, los genes en siete de los 15 sitios encontrados son responsables de los ritmos circadianos del cuerpo, y algunos de la fototransducción, la conversión de la luz que ingresa a la retina en impulsos eléctricos que ingresan al cerebro. Se sabe que los ritmos circadianos, fluctuaciones cíclicas en la intensidad de varios procesos biológicos asociados con el cambio de día y de noche, están fuertemente asociados con la iluminación.

En estudios posteriores, será necesario tener en cuenta los factores que influyen en las estadísticas, como los errores al completar los cuestionarios, la influencia del clima y las fluctuaciones estacionales, e identificar genes específicos responsables de tal comportamiento. En cualquier caso, ya está claro que los genes tienen una fuerte influencia en la elección del horario de sueño y vigilia. La investigación adicional no solo ayudará a comprender mejor la biología del cuerpo humano, sino que también conducirá a resultados prácticos.

Por ejemplo, se sabe que la absorción de drogas depende de los ritmos biológicos de una persona en particular. Una definición más precisa de los ritmos circadianos permitirá a los pacientes administrar dosis más bajas de medicamentos y minimizar así los efectos secundarios.

Source: https://habr.com/ru/post/es390019/


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