Los animales y los niños pueden contar sin lenguaje ni caracteres.
La gente piensa que los niños absorben información como una esponja, pero no analizan el mundo que los rodea. Un estudio realizado por una neurocientífica, Elizabeth Brannon, refuta esta opinión: tanto los monos como los niños pequeños tienen un pensamiento abstracto. Pueden tomarlo sin saber qué es un "número" y sin entender el idioma.
Durante veinte años, Elizabeth Brannon, junto con sus colegas, ha estado estudiando la habilidad de los monos rhesus para las matemáticas. Estos primates no solo pueden distinguir entre "más" y "menos", sino que también pueden determinar la suma y la resta. A los monos se les enseñó a resolver problemas con puntos en la pantalla; por la elección correcta, obtienen jugo como recompensa.Los científicos han descubierto que los monos distribuyen conjuntos de puntos en orden ascendente y descendente, y entienden cuándo se agregaron o restaron los conjuntos de puntos. Además, los monos recuerdan la cantidad de tonos escuchados y pueden elegir un conjunto de la cantidad de puntos que coincida con la cantidad de notas en la melodía.
Ejemplo de tarea: el mono debe seleccionar la suma de los puntos mostrados anteriormente.Los monos fueron comparados con los estudiantes comunes. Los estudiantes pueden resolver problemas complejos correctamente, pero los monos hacen frente a tareas simples un poco más rápido, tal vez porque el macaco tenía un incentivo en forma de jugo, y los estudiantes no fueron alimentados.
Como en el caso de las personas, los monos muestran el mejor resultado al comparar pequeños grupos de puntos: es más fácil para ellos comprender que seis es más que cuatro que doce es más que diez. "Observamos el mismo proceso en los monos de acuerdo con las mismas reglas que en los humanos, tanto en adultos como en niños", comenta Brannon. En su opinión, esto prueba que el pensamiento no abstracto distingue al hombre de los animales.Los niños pequeños pueden ver la diferencia en la cantidad de objetos antes de aprender a contar. Los investigadores le mostraron al bebé varios conjuntos de seis puntos en diferentes configuraciones en la pantalla, hasta que el bebé se aburrió; se acostumbró a este número de puntos. Si después de cambiar la imagen el niño comenzó a mirar la pantalla durante mucho tiempo, esto significa que notó una diferencia, por ejemplo, entre los nuevos doce puntos y los seis anteriores.Resulta que los símbolos y el lenguaje no siempre son necesarios para comprender las matemáticas. El estudio ofrece una imagen más completa de lo que los científicos llaman el "sistema aproximado de cálculo". Aunque un niño de dos años no siempre puede contar ocho dulces, puede estimar que ocho dulces son más que tres. Por ejemplo, los cuervos usan el mismo sistema: también pueden contar.
Source: https://habr.com/ru/post/es393427/
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