Killing Kindred: una estrategia evolutiva anticuada
Los suricatas son los mamíferos más peligrosos de la Tierra. El nivel de violencia intraespecífica entre suricatas es del 19,8%, es decir, cada quinta muerte se produce por las garras de los familiares.El debate sobre la naturaleza de la violencia humana no se ha detenido desde que Thomas Hobbes publicó el tratado de Leviatán en 1651, que una vez fue prohibido en Inglaterra. Según el filósofo, la guerra de todos contra todos fue un estado natural de la sociedad hasta la conclusión de un contrato social y la formación del estado. A sus ciudadanos se les otorgó el monopolio de la violencia y el derecho de matar legalmente a las personas (la pena de muerte para los delincuentes, la conducción de hostilidades, etc.). Según las sombrías convicciones de Hobbes, cada persona actúa desde principios puramente egoístas. Las relaciones de las personas se caracterizan supuestamente por la frase "hombre a hombre es un lobo ".Según algunos científicos, matar gente unos a otros es un fenómeno puramente cultural. Otros creen que este es un rasgo genético que se hereda y está presente no solo en humanos, sino también en otros mamíferos. En cualquier caso, parece que la tendencia a la violencia fatal surgió en los humanos como resultado de la evolución.En este sentido, matar congéneres puede verse como una estrategia evolutiva adaptativa que aumenta el éxito reproductivo en los hombres en la lucha por las mujeres, el estado o los recursos. Por supuesto, esto no significa que dicha estrategia sea adecuada para todas las situaciones. Como han demostrado numerosos estudios, el éxito de esta estrategia evolutiva depende en gran medida del contexto ecológico y cultural, por lo que el nivel de violencia varía mucho en diferentes épocas de desarrollo humano y en diferentes culturas.Por lo tanto, el asesinato de familiares es un fenómeno bastante complejo, que se ha desarrollado como resultado de una combinación de factores ambientales, sociales, culturales y genéticos.Este fenómeno no es exclusivo de los humanos. Muchos primates demuestran un alto nivel de agresión intergrupal, incluido el infanticidio (utilizado como una forma de sobrevivir del grupo de uno de los miembros de mayor rango). Incluso los mamíferos aparentemente inofensivos, como los caballos y los hámsters, a veces matan a los de su propia especie.En relación con la matanza generalizada de parientes entre diferentes mamíferos, surge la pregunta de qué lugar ocupa una persona entre ellos. Científicos de la Universidad de Granada (España) investigaron este tema y compilaron un árbol filogenético.1.024 mamíferos pertenecientes a 137 familias, así como más de 600 sociedades humanas, a partir del Paleolítico. Para cada uno de los elementos del árbol, se calculó el nivel de violencia mortal, que se define como la probabilidad de morir a manos de un pariente, en comparación con la probabilidad de morir por otra causa. Por lo tanto, el nivel de violencia fatal se define como un porcentaje relativo. Las estadísticas sobre infanticidio, canibalismo, agresión intergrupal y muchos otros tipos de asesinatos dentro de la misma especie animal se recopilan de todas las fuentes disponibles. Para las personas, se tuvieron en cuenta las estadísticas de mortalidad en guerras, asesinatos premeditados, ejecuciones, infanticidios y otros tipos de asesinatos intencionales.Según los resultados del análisis, resultó que la agresión letal está presente en un grado u otro en casi el 40% de los animales estudiados. Es casi seguro que es una subvaluación, porque no todos los tipos de información están disponibles de manera integral. En general, teniendo en cuenta las especies sin asesinatos registrados, la tasa de mortalidad por violencia mortal de los familiares es del 0,30 ± 0,19% del número total de muertes. En general, la violencia está muy extendida entre los mamíferos, aunque es rara (es decir, es una causa rara de muerte).
La evolución de la violencia mortal en animales (excepto humanos). El nivel de agresión corresponde a la intensidad del color del amarillo al rojo oscuro. Gris claro significa que no hay agresión letal. Los antepasados de las personas están marcados en rojo. El triángulo rojo corresponde a la posición filogenética del Homo sapiens.Los campeones entre los mamíferos que mataron parientes fueron los suricatas (19.36% de violencia), los monos de cola roja (18.18%), los monos azules (17.7%) y los lémures de cara roja (16.67%).Además, los científicos trataron de establecer si el asesinato de parientes es una estrategia evolutiva. Para hacer esto, plantearon la hipótesis de que el nivel de violencia se correlacionaría con la señal filogenética, es decir, la proximidad de los animales entre sí en el árbol de la evolución. Y así sucedió. Por ejemplo, la matanza intraespecífica está casi ausente en ciertas ramas de la evolución de los mamíferos, como los murciélagos, las ballenas y las liebres, pero es omnipresente en los primates. Dentro del escuadrón de primates, el nivel de violencia es muy diferente para los chimpancés y los bonobos, lo que indica una cierta flexibilidad evolutiva de la estrategia. Probablemente también depende de algunos factores externos, como la ecología (hábitat) y la socialidad.Asesinato organizado de un pariente por un grupo de chimpancésLos científicos clasificaron los animales por hábitat y socialidad, y descubrieron que el nivel de agresión mortal en los animales territoriales es más alto que en el resto, y en los animales sociales es más alto que en aquellos que llevan un estilo de vida solitario.
El nivel de violencia también varió mucho en la evolución de los antepasados humanos. En nodos distantes en el árbol evolutivo, es extremadamente bajo, pero gradualmente aumentó a un máximo de 2.3 ± 0.1% en dos nodos directamente relacionados con el origen de los primates. Luego disminuyó a 1.8 ± 0.1% en simios antropoides (homínidos). Todo esto indica la naturaleza evolutiva del fenómeno.
El Homo Sapiens demostró un nivel récord de violencia en la Edad Media, y en los tiempos modernos el nivel de violencia entre las personas ha disminuido casi hasta la era del Paleolítico amante de la paz.
Según los científicos, en la era clásica y posclásica, el número de asesinatos fue 13-16% mayor de lo esperado, es decir, mayor que el indicador calculado filogenéticamente.
La crueldad particular se manifiesta en sociedades como las bandas nómadas. La densidad de población es un impulsor ambiental natural de la violencia, dicen los científicos, pero no un factor determinante. Entonces, en la sociedad humana, el nivel de violencia era mayor en un momento en que la densidad de población era menor que ahora.Los científicos creen que está en el poder de la humanidad eliminar por completo el asesinato de parientes como factor evolutivo. Es un arcaísmo para ser experimentado. "Desde nuestro punto de vista, el mensaje principal de nuestro estudio es que no importa cuán crueles sean nuestros antepasados, podemos reducir el nivel de violencia cambiando nuestro entorno social", dijo uno de los autores del estudio, José María Gómez, de la Universidad de Granada. (España) "Podemos construir una sociedad más pacifista si queremos". De hecho, esta estrategia evolutiva ya está desactualizada. Al igual que el coxis, los colmillos y la línea del cabello en el cuerpo humano, nos llegó de nuestros antepasados como un vestigio innecesario de la era animal.El artículo científico fue publicado el 28 de septiembre de 2016 en la revista Nature. (doi: 10.1038 / nature19758).Source: https://habr.com/ru/post/es398321/
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