La IA ayuda a determinar la tendencia suicida de una persona



Muchas personas que deciden suicidarse no se comportan de manera demasiado adecuada. Alguien siempre está de mal humor, alguien más está empezando a comportarse agresivamente, pero también sucede que un posible suicidio no se traiciona a sí mismo. A veces sucede que hoy una persona todavía se divierte en compañía de amigos, toca la guitarra y canta, y mañana decide suicidarse.

Según las estadísticas, alrededor de 800,000 personas se suicidan cada año. A veces sucede que la situación, debido a la cual una persona decidió morir, no tiene ninguna esperanza, y si alguien hablara con un posible suicidio antes de su muerte, la persona simplemente abandonaría su idea. Ahora los científicos de la Universidad Carnegie Mellon están desarrollando una red neuronal que puede predecir cuándo una persona decide suicidarse.

Según los científicos, cuando una persona toma tal decisión, ciertas áreas del cerebro están involucradas. "Nuestro último trabajo es identificar iteraciones cerebrales que están asociadas con tendencias suicidas", dice Marcel Just, uno de los representantes del proyecto. "Esto nos da la oportunidad de 'abrir la ventana al cerebro' y ver cómo funciona el cerebro de un posible suicidio".

En investigaciones anteriores, Just y sus colegas crearon modelos informáticos del cerebro para mapear áreas específicas responsables de ciertos pensamientos y estados de ánimo. En particular, pudieron identificar la firma de la tristeza, la vergüenza, la ira y otras emociones negativas.

El grupo de voluntarios que participaron en el proyecto era pequeño: solo 34 personas. De estos, 17 pacientes tenían tendencias suicidas (aproximadamente la mitad de los participantes en este grupo intentaron suicidarse antes) y 17 personas eran bastante normales, sin tendencia suicida.

Luego, los participantes se sometieron a una operación como la resonancia magnética funcional. Durante el escaneo, el voluntario mostró 10 tarjetas con palabras relacionadas con suicidio (desesperación, desesperanza, falta de vida), 10 tarjetas con palabras positivas (por ejemplo, "sin preocupaciones") y 10 tarjetas simplemente con palabras con connotaciones emocionales negativas ("problema").

Después de que todos los voluntarios pasaron por el procedimiento de exploración, los científicos eligieron seis términos con la reacción emocional máxima de los voluntarios: "muerte", "crueldad", "problema", "despreocupado", "bueno", "alabanza". También se identificaron cinco áreas del cerebro, el trabajo de los "suicidios" durante la demostración de las tarjetas fue diferente del trabajo de las personas "normales".



Usando este conjunto de datos muy pequeño, los especialistas comenzaron a entrenar la red neuronal para responder a una imagen similar del cerebro. Al final del proceso de entrenamiento, el sistema determinó la tendencia suicida en 9 de 10. Además, el sistema aprendió a distinguir aquellos posibles suicidios que ya habían intentado suicidarse de aquellos que nunca habían intentado hacerlo. La precisión de identificación en este caso fue del 94%. Al final resultó que, los suicidios potenciales dan la máxima respuesta emocional a las palabras "muerte", "sin vida" y "sin preocupaciones".

"En el futuro, necesitaremos una muestra más grande para enseñar al sistema a determinar con precisión el comportamiento suicida y permitir a los médicos identificar a las personas con esa tendencia", dijo David Brent, de la Universidad de Pittsburgh, que participó en el estudio.

Según sus colegas, su método es interesante, pero no demasiado práctico. De hecho, para distinguir un posible suicidio de una persona normal, los médicos deberán colocar al paciente en un tomógrafo, hacer un tomograma, después de lo cual ya será posible comprender si esta persona quiere suicidarse o no. Sí, y este tipo de tomógrafos no se encuentran en todos los hospitales, sino solo en los especializados.

Para que su metodología sea más práctica, sus autores planean usar encefalogramas para identificar posibles suicidios. Los sistemas de encefalograma son mucho más portátiles, se encuentran en casi todos los hospitales y su uso es menos problemático que trabajar con tomógrafos.

Sea como fuere, el trabajo de los médicos es muy interesante: por primera vez, alguien fue capaz de mostrar en qué se diferencia exactamente una persona con tendencias suicidas de una persona común.




Source: https://habr.com/ru/post/es408089/


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