La empresa cervecera Anheuser-Busch InBev, que produce Budweiser, Corona, Stella Artois y más de 500 marcas de cerveza, utiliza un nuevo enfoque para controlar el riego y la composición del suelo de los campos de cebada sin fin, introduciendo tecnologías avanzadas basadas en inteligencia artificial y aprendizaje automático.
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Cada sorbo de cerveza Bud comienza con una cosecha de cebada, y es bendecida en la nube.
Estas tecnologías ayudan a AB InBev a analizar los datos de observación visual de cultivos obtenidos mediante drones que vuelan sobre los campos e imágenes satelitales. Con base en estos datos, la compañía puede predecir con mayor precisión el valor y la disponibilidad de la cebada en todo el mundo y compartir esta información crítica con los agricultores.
Esto, a su vez, permite a los agricultores determinar cuándo es mejor comenzar a sembrar y cuánto fertilizante usar, lo que ayuda a mantener la fertilidad y aumentar la resiliencia del ecosistema.
"La cerveza está hecha de cuatro ingredientes principales de origen natural: agua, cebada, lúpulo y levadura", dice Jay Emery, director senior de arquitectura global de TI en AB InBev, con sede en Bélgica. "El desarrollo sostenible no solo está relacionado con nuestro negocio, este es nuestro negocio".

La cebada ayuda a darle a la cerveza un sabor a malta y un color ámbar.
"Para elaborar nuestra cerveza de alta calidad, necesitamos un ambiente saludable y ecosistemas prósperos", dice Emery.
Según Chetan Kundawaram, director internacional de AB InBev, la compañía utiliza la nube de Microsoft Azure para centralizar las funciones de TI de sus 16 centros de datos. Esto ayuda a reducir la duplicación de esfuerzos de investigación y a centrarse en la innovación.
Para fines de 2020, AB InBev planea transferir el 80% de la carga de trabajo a la nube.
"No somos solo una empresa cervecera", dice Emery, "somos una empresa de alta tecnología".