
Los telescopios espaciales son de gran importancia para la ciencia, le permiten recibir información que no puede obtenerse por otros medios. Pero su desarrollo es un proceso muy complejo y laborioso. Si algo sale mal, todo el trabajo puede ser en vano. Los problemas con los telescopios en órbita surgen constantemente, desde Hubble hasta James Webb.
En el último caso, el lanzamiento del sistema se retrasó varias veces, ya que el equipo de desarrollo no puede lanzar un telescopio en órbita, que incluso tiene las más pequeñas inexactitudes y errores. Lo más probable es que Webb siga siendo lanzado, pero crearlo es un proceso extremadamente difícil. Hacer algo aún más ambicioso es una tarea casi imposible. Pero hay un camino.
Los científicos de la Universidad Ben Gurion (Israel)
sugieren cambiar el enfoque al crear telescopios en órbita. Quizás no es necesario que estos sistemas se conviertan en un solo monolito (en el caso de "James Webb", este es precisamente un monolito, aunque compuesto). En cambio, puede lanzar un enjambre de satélites que recibirán muchas imágenes. Se procesarán utilizando una computadora poderosa, sintetizando enormes imágenes de alta calidad.
Un ejemplo es un sistema de tres satélites. Dos se mueven sincrónicamente en una órbita específica, tomando fotos a intervalos regulares. Además, la información recibida se envía al tercer satélite, que combina todo esto. Resulta que dos satélites crean fotos de la apertura sintética, y el tercero lo procesa todo. Como resultado, las imágenes resultantes son de calidad superior (o más bien, pueden superar) las fotos obtenidas por sistemas monolíticos.

Los desarrolladores israelíes
argumentan que dicho sistema no requiere espejos sofisticados, puede hacerlo con lentes relativamente simples. Un sistema de varios satélites puede crear imágenes de igual calidad que aquellas fotografías que solo se pueden obtener con un telescopio equipado con un espejo mucho más grande. Además, la falla de un satélite no es un problema fatal para el proyecto.
Un pequeño satélite puede ser reemplazado. Pero si en el espacio hay problemas con un gigante como "James Webb", entonces, lo más probable es que nadie pueda solucionarlo. Además, el costo de crear sistemas síncronos a partir de una gran cantidad de satélites es mucho menor que el costo de crear un telescopio orbital monolítico.
Es cierto, hay un problema. El hecho es que los telescopios espaciales deben medir un grado extraordinario de precisión. El movimiento de terceros en una fracción de milímetro puede negar los resultados del trabajo continuo. Si el sistema consta de varios satélites, lograr precisión es algo más difícil que en el caso del "monolito". Pero aun así es posible.
En el espacio, los telescopios son guiados por "balizas", la mayoría de las veces son estrellas brillantes. Los rayos láser también se usan a veces, pero no con demasiada frecuencia, esta es más bien la excepción. Estos métodos tienen ventajas y desventajas, y hay bastantes. Los científicos del MIT están seguros de que todo esto se puede resolver mediante el lanzamiento de satélites especiales en ciertos puntos del espacio alrededor de la Tierra que servirán como balizas para sistemas más grandes. Se convertirán en punteros láser, formando un sistema de navegación que se puede utilizar para resolver una amplia gama de tareas.
Los satélites podrán proporcionar luz cuyas características no cambiarán demasiado con el tiempo. Además, el satélite transmitirá sus características al sistema general, incluida la posición en el espacio, de modo que con la ayuda de estos datos será posible lograr mediciones de alta precisión de un telescopio orbital compuesto.
Ambas tecnologías están en su infancia. Pero si la teoría resulta ser correcta y todo funciona en la práctica (solo será posible descubrirlo en unos pocos años), se enviarán enjambres enteros de satélites pequeños al espacio cercano a la Tierra, donde desempeñarán el papel de observadores del "mundo exterior". Este será un gran avance en la astronomía moderna. Por supuesto, hay demasiados "si", pero me gustaría esperar que la idea sea prácticamente factible.