El error que me enseñó el diseño orientado a los negocios.



Hace unos años trabajé para una agencia que forma parte de un holding publicitario internacional. Mi tarea consistía en ayudar a un conocido sistema de pagos a vender sus servicios a los grandes bancos rusos.

Todo comenzó con un taller durante el cual los representantes del banco y el sistema de pago generaron ideas, pensaron escenarios y discutieron usuarios. Tuve que seleccionar cosas clave de esta variedad, basándome en ellas para diseñar la interfaz y presentarla a los participantes.

Uno de mis proyectos fue una aplicación experimental de banco móvil. Comenzando a diseñar, inmediatamente recordé conceptos financieros e intenté hacer algo con un estilo similar.

Me senté en la sala de reuniones, al lado del gran salón en el que se realizaba el taller. De vez en cuando, el director de productos del banco me miraba, en cuyo consejo debíamos presentar el proyecto. Para entonces, ya había hecho mucho, así que podía mostrar algunos diseños.

El director de producto miró la página principal, que hice de acuerdo con las tendencias de moda, y dijo "¡Mi negocio está aquí!" Metió el dedo debajo de las hermosas tarjetas con el saldo, en la dirección de las operaciones de transferencia y pago, que desaparecieron parcialmente debajo del pergamino.

En ese momento, me di cuenta de mi error y me di cuenta de lo clave en la construcción de cualquier interfaz orientada a los negocios:

La interfaz debe centrarse en acciones que ayuden a las empresas a ganar dinero.

Con una buena idea, resulta obvio que el banco gana dinero con las transacciones, por lo que, en primer lugar, debe mostrar las acciones que provocan que el usuario realice transferencias y pagos. El puntaje, por muy importante que parezca, solo lleva el componente de información.

Esta experiencia me enseñó mucho y, posteriormente, pude diseñar mejor y más rápido porque me concentré en los escenarios empresariales clave. Este enfoque aprecia mucho a los negocios porque comienza a ver en el diseñador un socio, no un creador que se preocupa por su cartera.

Por lo tanto, antes de comenzar a trabajar en un nuevo proyecto, pregúntese a sí mismo o al cliente la pregunta “¿De qué se compone el negocio?”, Y luego diseñe la interfaz de tal manera que las acciones que afectan los ingresos se realicen con mayor frecuencia y de la manera más simple posible.

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Vale la pena señalar que en algunos servicios no hay una sola acción de la que dependan los ingresos de la empresa. Por ejemplo, Gmail no gana creando un nuevo mensaje. Su tarea es proporcionar un trabajo conveniente con el correo y conectar el servicio con otras aplicaciones de Google. Estas acciones implicarán más vistas publicitarias y la transición a cuentas comerciales pagas.

Source: https://habr.com/ru/post/es436152/


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